Hola mis guapas lectoras, como siempre me da mucho gusto escribir para ustedes, deseando que se encuentren muy bien.
En esta ocasión empezaré por mencionar, que en nuestro día a día nos hemos acostumbrado y adoptado como normal ese ruido constante, el estrés en la calle, el escándalo y los gritos, Pero ¿Qué pasa si esos gritos los llevamos a la casa?
Todos sabemos, que los gritos causan un daño, en la comunicación entre las personas ya que es una manera de agredir a quien está al frente. Una cosa es hablar alto, pero otra es gritar, que, por lo general, estos gritos van acompañados de insultos.
Cuando dos personas están molestas acostumbran gritar, porque creen que solo así serán escuchados y mientras más molestos están, más y más fuerte gritarán.
Siempre se ha dicho, que las bases de toda relación de pareja son: "la comunicación y el respeto". Y justamente al faltar estos dos elementos son las razones principales, para que una relación de pareja pueda llegar a su fin.
Los expertos en psicología señalan, que generalmente las parejas empiezan a levantar la voz poco a poco de una forma muy sutil, hasta que se transforman, en agresiones contra la autoestima de los involucrados, en la discusión.
El hecho de levantar la voz es algo, que puede afectar de muchas maneras a tu pareja y es considerado abuso psicológico. En algunas ocasiones estos gritos terminan intimidando al otro, pero también sembrando la semilla de la falta de respeto. Todo esto es grave, porque los gritos y agresiones se convierten, en escenas estresantes y angustiantes, para toda la familia, como en los hijos.
Cuando uno le grita a su pareja es como si le lanzara un golpe, dañando la autoestima y puede destruir el amor de manera irreversible. No puedes amar, a la larga, a quien te grita, en ocasiones se deteriora tanto la relación de pareja, que prefieren evitar tener conversaciones, por temor a terminar en discusión. Para pedir que no te griten, el secreto está precisamente, en aprender a reaccionar frente a este tipo de agresiones. Es importante hacerle saber a la persona, que te está gritando y pedirle que no lo haga.
Recuerda,
que la decisión está en tu pareja y en ti ya que la comunicación respetuosa y
asertiva puede aprenderse y practicarse.
Una pareja perfecta no es la que no tiene desacuerdos y problemas, sino aquella que logra superarlos juntos
¡muchas gracias por leer!
Les
recuerdo como siempre, que el equipo de Actitud Villanueva seguimos preparando
diferentes artículos para ustedes y las invitamos a dejar sus comentarios, pero
sobre todo les pedimos seguir al pendiente del blog y de las diferentes redes sociales.
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