¡Hola chicas!
Hoy quiero tocar un tema algo delicado y más común de lo que creemos...
Lo más importante siempre de un embarazo es que el bebecito venga llenito de salud y que la futura mamá esté saludable y estable emocionalmente así como que no se presenten complicaciones, pero a pesar de eso las mujeres (y sin generalizar) solemos imaginarnos como sería tener una niña o un niño.
En mi experiencia les confieso que yo siempre quise tener una niña pues al ser la única niña en casa crecí sin esa figura de una hermana, mis hermanos varones jugaban y no me tomaban tanto en cuenta por lo que yo siempre me imaginé tener una niña con quien compartir y vivir esas cosas de mujeres que de niña no pude compartir con una hermana y con el paso del tiempo me he dado cuenta que a más personas de las que yo pensaba les pasa lo mismo, sólo que eso no se anda contando a cualquiera.
Al embarazarme por primera vez yo tenía muchísima ilusión de ser mamá, estaba muy feliz y no me importaba si sería niña o niño pues una siempre piensa que lo más importante es que nazca saludable, al saber que tendría un varoncito pensé lo lindo que sería que mi primer hijo fuera varón, el hombrecito de la casa y que algún día cuidaría de su hermana pequeña...
Normalmente cuando ya tienes un primer hijo la sociedad te va encaminando como al estereotipo de la familia perfecta ¿no?, si tienes una niña pues "TE FALTA EL VARÓN" o si tienes un varón "TE FALTA LA PRINCESA"
No señores, por favor, eliminemos los estereotipos!
Para seguir con mi historia pues me embaracé por segunda ocasión dos años más tarde y este embarazo fue muy distinto al primero, pues yo tenía síntomas totalmente opuestos, yo me sentía totalmente diferente y todas las personas a mi alrededor se referían al bebe como "la bebé" sin saber aún si sería niña o niño... aquí si quiero hacer énfasis en que entendamos que cada embarazo es DIFERENTE y los síntomas no están relacionados propiamente al sexo del bebé, son dos personas diferentes por tal motivo los síntomas pueden (o no) ser diferentes, eso ya es cuestión de genética.
Al pasar los días fue creciendo ese anhelo y junto con las palabras de los demás yo cree una falsa ilusión... pronto tendría una adorada niña...
Tal fue mi sorpresa que cuando fui al eco y el doctor me dijo "es un varón" todavía recuerdo que al salir de la cita mi esposo y yo no dijimos ni una sola palabra... el camino a casa fue totalmente en silencio y así estuve durante una semana, se que parece algo exagerado o que estás pensando que estoy loca, pero creeme que esto pasa y así como me pasó a mi se que le puede estar pasando a alguien cercano a ti, me sentía culpable de sentirme triste por la noticia... no se explicar la sensación, era como sentirme culpable o mal conmigo misma por sentirlo.
Poco a poco fui dándome cuenta que era un proceso que tenía que transcurrir y comencé a imaginarme a mis dos hijos juntos... se me rosan los ojitos... el día que Leonel nació me convertí en la persona más feliz del planeta, no tienen una idea de como lo amo...
Él es más de lo que yo hubiera imaginado, es quien mínimo 4 veces al día me recuerda lo hermosa que me veo, lo linda que estoy en el día, me dice que me ama en cada oportunidad que tiene!
Y les juro que veo hacia atrás y pienso... cuanta inmadurez había en mi, me estaba dejando atrapar por el típico estereotipo de que si ya tenía un niño ahora tendría que tener una niña.. tal vez tu estés pasando por un momento similar, porque aunque nadie lo diga pasa, al menos en las mentes de algunas cuantas mujeres embarazadas si; ¿cuantas de nosotras no conocemos alguna familia que tuvo ocho niñas buscando un varón... o cinco varones buscando una niña?
Mi moraleja aprendida que quiero compartir con ustedes es que Dios es sumamente sabio, el universo es sumamente perfecto, nos acercan a personas que nos enseñan grandes lecciones de vida y lo más sorprendente es que a veces esas personitas son nuestros propios hijos.
Gracias a él me detectaron un problema de salud que bendito Dios se solucionó en tiempo, llegó para salvarme literalmente la vida y para recordarme cada día que uno puede estar equivocado con las cosas que cree que necesita o que lo harán feliz, cuando por el contrario, no tenemos ni idea de que lo que necesitamos estará ahí para darnos una gran lección.
Con cariño...
0 Comments